Se dice que viajar da nuevas perspectivas del mundo, del propio país y hasta de la personalidad del viajero. La experiencia me ha permitido comprobar que todo eso es cierto e incluso he tenido la fortuna de saber lo que significa convertir un lugar del mundo distinto de la tierra natal en un nuevo hogar.
Pero, ¿qué sucede cuando lo extranjero se vuelve poco a poco familiar, al punto de que nos impide reconocer el hogar como tal cuando volvemos? El fotógrafo irlandés Seamus Murphy, quien vivió fuera de su país por treinta años, intenta responder a la pregunta en el video Home is Another Place:
Comienza por hablarnos acerca de su fascinación por América, que surgió cuando apenas tenía tres años y fue testigo de la visita de John F. Kennedy a Irlanda. Entonces despertó en él un interés por la cultura y el estilo de vida de los Estados Unidos que ya no lo abandonaría nunca y que finalmente lo llevó a convertir ese nuevo mundo en su casa.
Treinta años después, Murphy trata de reencontrarse con la isla mediante sus historias, su poesía y sus hermosos paisajes. En cierta medida, su aproximación a la nueva realidad de su lugar de origen parece la de un extranjero, pero las narraciones, los versos y sobre todo las imágenes que comparte, dejan ver la nostalgia y el apego de quien creció rodeado de todas esas maravillas.
¿Dónde está, entonces, el hogar? Probablemente en todo lugar que nos enseña algo de nosotros mismos.
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